Los SSD, o Solid State Drive, se están haciendo un hueco en nuestras vidas conforme su precio es más accesible. Mientras que hace apenas 5 años un SSD de apenas 64 Gb. se situaba cerca de los 150 euros, ahora puedes encontrar fácilmente SSD´s de 256 Gb por apenas 80 € (si no te lo crees, ve a mi sección de tienda, donde tienes varios modelos a elegir).
Al margen del precio, que va reduciéndose, los SSD solo tenían un punto débil. Y digo tenían, porque también su punto débil se ha convertido en su fortaleza. Y es que en las primeras generaciones, su tiempo estimado de vida, marcado por los ciclos de escritura sobre las células, era limitado. De aproximadamente 2 años de uso antes de fallo. Pero con la mejora de los procesos de fabricacion, la debilidad se ha convertido en su punto fuerte, puesto que actualmente su periodo de vida puede duplicar el de los discos mecánicos de toda la vida. Y parece que cada nueva generación aguanta mas.
Si tienes un SSD pero desconoces el periodo de vida que le queda, con la aplicación gratuita SsdReady podrás realizar un chequeo completo a tu unidad.
Puedes descargar la aplicación desde ESTE enlace. Mi SSD, por ejemplo, no es de última generación, pero se puede ver que para un equivalente a 20 GB de carga de escrituras al dia, aun así duraría un periodo de casi 8 años. Si nos vamos a un SSD actual, que para colmo están más baratos, probablemente la peor estimación se sitúe en unos 25 años de funcionamiento. Dándole uso tooodos los días. Creo que podríamos decir que actualmente, en rendimiento y duración, los SSD se comen a los HDD de siempre. Pero todavía estos últimos permiten mucha mayor capacidad de almacenamiento.
Nota: Si quieres que tu SSD dure mucho tiempo, procura dejarle entre un 10 y un 15% de capacidad libre. Dejarle totalmente consumido su espacio perjudica drásticamente su rendimiento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Gracias por colaborar en este blog con tus comentarios! :)