Dicho efecto hace referencia a que el cerebro está adecuado para recordar información vinculante, lo que quiere decir que si te presentan a Pedro el panadero, el sujeto que tiene un lunar en la nariz, te acordarás de él como 'el panadero del lunar'. Esto es porque el cerebro ya hizo una conexión de acuerdo a lo "ya conocido", en cambio los nombres son algo arbitrario.
La explicación al ejemplo anterior, como refiere el video, es que el cerebro al recibir abundante nueva información establece "señales" en lo ya conocido, porque son cosas familiares, pero también se debe al proceso de conocimiento y respuesta.
Se habla de esto como el "efecto en línea", que quiere decir que el cerebro en lugar de ver y escuchar a la otra persona se centra en su propia rutina, como en lo que va a responder o preguntar después: la gran mayoría no es muy hábil en recibir y difundir información al mismo tiempo.
La memoria a corto y largo plazo también tiene injerencia en este tema. La memoria de corto plazo, llamada "memoria de trabajo", solo puede contener cierta cantidad de información y si no se le presta atención, se desvanece rápidamente.
Pero la última razón sobre el porqué el cerebro olvida los nombres, aunque suene poco científico, es la más sencilla y la más probable de todas: es porque al cerebro, y a la persona, simplemente no le importa recordar el nombre.
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